SEVERAS reunirá datos climáticos, censales, de uso del suelo y de desarrollo rural, hasta ahora desconectados, en una base de datos socioambiental única. Los datos se utilizán para calcular un índice de vulnerabilidad rural en España.
El índice se elaborará y validará con las principales partes interesadas a través de talleres de planificación participativa ("laboratorios de vulnerabilidad rural") en los que los ciudadanos rurales y los responsables políticos también codiseñarán las políticas destinadas a reducir la vulnerabilidad.
De este modo, el proyecto dará como resultado una serie de mapas de vulnerabilidad rural a diferentes escalas territoriales y horizontes temporales; un inventario de contextos socioecológicos arquetípicos y vías de vulnerabilidad rural en España; y una serie de propuestas de políticas para mitigar la vulnerabilidad rural y sus retos de implementación.
Igualmente, SEVERAS avanzará en la comprensión de los efectos combinados las fuentes de vulnerabilidad rural en los territorios españoles; proporcionará una nueva herramienta cuantitativa para el diagnóstico del desarrollo rural y la elaboración de políticas en España; y empoderará a los ciudadanos rurales involucrándolos en el desarrollo de los índices y las nuevas políticas.
El proyecto está codirigido por Sergio Villamayor-Tomás y Esteve Corbera (ICTA-UAB) y Federica Ravera (Universitat de Vic). En el equipo también participa el investigador postdoctoral Daniel Cremaschi, 2 estudiantes de máster y un investigador de doctorado. Está financiado por la Fundación "La Caixa".
Algunas preguntas... y algunas respuestas
¿A qué responde este proyecto?
Este proyecto responde a la necesidad de entender la vulnerabilidad del mundo rural de una manera integrada, teniendo en cuenta algunos de los problemas sociales y ambientales que más preocupan a los diferentes territorios de España. Algunos problemas evidentes son la despoblación y el cambio climático. Otros problemas menos evidentes pero no por ello menos importantes son la pérdida del poder adquisitivo de los agricultores en algunos sectores agrícolas o la degradación ambiental. Por vulnerabilidad nos referimos a las dificultades a las que se enfrentan las familias rurales para abordar dichos problemas, y que suelen tener que ver con déficits estructurales como son la falta de infraestructura pública, diversificación económica u oportunidades de formación). Hasta ahora el cambio climático, despoblación y otros problemas que acechan el mundo rural han sido tratados de manera separada, pero es necesario tratarlos de manera conjunta pues algunos de ellos se retroalimentan.
¿Cuáles son las vulnerabilidades que ha detectado y por qué este proyecto nos ayuda a dirigirlas? ¿Cree que esta vulnerabilidad rural es homogénea en toda España?
En la actualidad estamos realizando una revisión sistemática de estudios de vulnerabilidad en España. Existen muchos análisis de biología, edafología y ciencias ambientales sobre el impacto del cambio climático y la acción humana en los ecosistemas terrestres y marinos. También hay bastantes estudios que evalúan impactos sociales del cambio climático. Muchos de estos se centran en el sector agrícola o en el reparto de agua entre usuarios a nivel de cuencas hidrográficas. Menos frecuentes son los estudios que tratan la despoblación. Y todavía menos frecuentes son los estudios que abordan cómo los incendios forestales, sequías, inundaciones, degradación del suelo, o la intensificación agraria afectan los modos de vida de nuestros territorios rurales y sus gentes.
También es difícil establecer relaciones de causa y efecto entre algunos de estos problemas. Muchos estudios tratan la despoblación como el resultado de otros procesos, como la migración o el envejecimiento poblacional. Pero también hay estudios que tratan la despoblación como el origen de otros problemas, como el abandono de tierras y la erosión del suelo. Y el cambio climático, que en España se manifiesta por un cambio significativo en la frecuencia de las sequías o las inundaciones, puede agravar tanto la despoblación como la erosión de los suelos.
Además, aunque el problema de la despoblación es generalizado en el mundo rural, éste es más agudo en algunas áreas (véase bajo Aragón y algunas donas de Castilla León). Y lo mismo pasa con el cambio climático. En el futuro se espera que el aumento de temperaturas extremas se agrave en la costa Mediterránea y valles del Ebro y Guadalquivir, por ejemplo; mientras que Castilla La Mancha quizá sea de las zonas en las que más se noten cambios (véase disminuciones) en la precipitación.
Uno de los dos objetivos principales de SEVERAS es tratar de entender mejor las relaciones de causalidad entre diferentes problemas que amenazan el mundo rural. Como parte de este objetivo, pretendemos desarrollar un índice de vulnerabilidad a nivel nacional, y uno a menor escala, por ejemplo, a nivel de provincia o comarca agraria. Este índice nos permitirá conocer mejor dichas relaciones y cómo afectan los modos de vida rurales, y evaluar en el tiempo qué variables sociales, económicas o ambientales afectan negativa o positivamente la vulnerabilidad. El índice además nos ayudará a conseguir nuestro segundo objetivo, que es informar el diseño de políticas que aborden los problemas rurales de manera integral y ajustada a cada territorio.
¿Dicen que validan los índices para medir la vulnerabilidad con talleres en los que participan ciudadanos y políticos: podría explicarlo con más detalle?
El índice de vulnerabilidad informará sobre el grado en que diferentes territorios están amenazados por diferentes problemas y tienen capacidad para hacerles frente. Pero los índices deben ser contrastados con la opinión de otros expertos, así como con ciudadanos y políticos. El índice se elaborará a partir de datos que ya existen (véase inventarios de erosión del suelo, predicciones sobre cambios en la temperatura, censos poblacionales…) y se materializará en una serie mapas. Las reuniones con ciudadanos y políticos servirán para contrastar la construcción del índice y los mapas con la experiencia de todos ellos, y entender mejor qué “historias” hay detrás de las diferentes amenazas y su impacto. Igualmente, la idea es explorar con todos los colaboradores soluciones que puedan disminuir el impacto de dichas amenazas.
¿Qué tipo de resultados concretos podemos esperar de una investigación como ésta?
Dos resultados bastante concretos serán el índice (nacional y local) y los mapas. Creemos que los mapas pueden ser bastante informativos tanto para las políticas de desarrollo rural, como para los ciudadanos más generalmente. Los mapas informarán, por ejemplo, si hay territorios que, si bien poco expuestos a problemas de despoblación, degradación ambiental o cambio climático, son vulnerables porque están expuestos a todas estas amenazas simultáneamente o porque tienen déficits estructurales que les hacen mucho más sensibles a a estas amenazas.
Otro resultado interesante serán las propuestas de política pública. Estas propuestas se desarrollarán en el marco de territorios concretos que seleccionaremos más adelante. Si bien las propuestas no serán aplicables a otros territorios, sí darán una idea de hojas de ruta posibles y del potencial de integrar políticas de cambio climático con políticas demográficas y ambientales, por ejemplo.
¿Los talleres que proponen son garante que luego realmente resulten en nuevas políticas?
Esa es nuestra ambición. Parte de los talleres consistirá en evaluar barreras para la puesta en práctica de las propuestas de política pública. Es probable que algunas de las propuestas requieran recursos financieros o del momento político adecuado. Eso no podemos controlarlo desde este proyecto, pero sí podemos contribuir al trabajo de diseño de las propuestas para que estén listas para cuando “les llegue su turno”. Mas a largo plazo, si los resultados y la cooperación de los participantes acompañan, nos gustaría hacer de este proyecto un observatorio permanente, a través del que sigamos refinando el índice y pongamos en práctica las recomendaciones de los talleres de SEVERAS en comarcas piloto.
Desde la perspectiva de la pandemia actual, ¿cómo puede este trabajo ayudar a prepararnos para la nueva normalidad tras la pandemia de COVID-19?
La pandemia es una amenaza con la que no contábamos y que muy probablemente tengamos que integrar en el proyecto. Por ahora, nuestro proyecto quizá ayude a matizar predicciones sobre qué va a pasar en el mundo rural a medio plazo. Han surgido noticias que hablan de un nuevo éxodo a las zonas rurales por estar éstas quizá menos expuestas a las dinámicas de contagio y por el avance del teletrabajo. Pero es difícil saber, pues estas zonas también tienen menos infraestructura sanitaria para lidiar con casos severos. Además, no son lo mismo las zonas rurales accesibles (véase cercanas o bien conectadas con las ciudades) que las zonas rurales profundas.
Más generalmente, creemos que la metodología generada a través de este proyecto para desarrollar el índice vulnerabilidad rural podrá ser aplicada para analizar nuevas amenazas como las pandemias, en la medida en que se conviertan en un problema recurrente.
Foto: Campos de cereal recién cosechados en Argente, Teruel, julio de 2017, por Esteve Corbera.
March 2020 - February 2022